Acabo de recibir una llamada de una empresa fúnebre ofreciendo sus servicios.
Y, es paradójico porque, en cierta forma estoy muriendo.
No en carne, pero sí la persona que soy, o más bien quien solía ser.
Y duele morir...
Aunque sepa que estoy renaciendo en alguien mejor, en alguien que siempre quise ser y que, en cierta forma, siempre fui, es doloroso dejar quien fui y soy hace tanto tiempo.
Cuesta desprenderse de lo conocido.
Pero, más allá de eso, creo que cuesta saltar a lo desconocido teniendo fe ciega en que todo va a salir bien.
¿Cómo saberlo?
¿Se supone que solo debemos confiar en nuestras facultades y en eso que, creemos, nos hace personas competentes?
¿Cuál es nuestra garantía de eso?
El miedo a fallar, es lo que nos impide concretar nuestras metas, o es lo que nos salva de una frustración insondable?
Y, es paradójico porque, en cierta forma estoy muriendo.
No en carne, pero sí la persona que soy, o más bien quien solía ser.
Y duele morir...
Aunque sepa que estoy renaciendo en alguien mejor, en alguien que siempre quise ser y que, en cierta forma, siempre fui, es doloroso dejar quien fui y soy hace tanto tiempo.
Cuesta desprenderse de lo conocido.
Pero, más allá de eso, creo que cuesta saltar a lo desconocido teniendo fe ciega en que todo va a salir bien.
¿Cómo saberlo?
¿Se supone que solo debemos confiar en nuestras facultades y en eso que, creemos, nos hace personas competentes?
¿Cuál es nuestra garantía de eso?
El miedo a fallar, es lo que nos impide concretar nuestras metas, o es lo que nos salva de una frustración insondable?