jueves, 19 de marzo de 2009

Muerte y Renacimiento

Acabo de recibir una llamada de una empresa fúnebre ofreciendo sus servicios.
Y, es paradójico porque, en cierta forma estoy muriendo.
No en carne, pero sí la persona que soy, o más bien quien solía ser.
Y duele morir...
Aunque sepa que estoy renaciendo en alguien mejor, en alguien que siempre quise ser y que, en cierta forma, siempre fui, es doloroso dejar quien fui y soy hace tanto tiempo.
Cuesta desprenderse de lo conocido.
Pero, más allá de eso, creo que cuesta saltar a lo desconocido teniendo fe ciega en que todo va a salir bien.
¿Cómo saberlo?
¿Se supone que solo debemos confiar en nuestras facultades y en eso que, creemos, nos hace personas competentes?
¿Cuál es nuestra garantía de eso?
El miedo a fallar, es lo que nos impide concretar nuestras metas, o es lo que nos salva de una frustración insondable?

miércoles, 11 de marzo de 2009

Random sadness

Depresión otra vez.
Monotonía de invierno, aunque estemos en verano.
Las hojas de los árboles se marchitan así como mi alma,
que poco a poco se resigna
a una vida vacía e indigna.

Miro sobre mi hombro
para ver si he dejado algo atrás...
una pieza perdida del puzzle
que vuelve mis días grises aunque afuera brille el sol.

Me pregunto una y otra vez el porqué de las cosas
rara vez hayando respuesta;
al fin y al cabo, todo se resume a una broma cruel del destino.
Mi destino...

¿Es posible sentir que se tiene un gran plan
cuando en definitiva todo parece envolverse en la misma mediocridad?

Búsqueda de sentido...
Pereza y melancolía.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Esto es un extracto de una carta de Vincent Van Gogh a su hermano Theo. Del libro "Cartas a Theo".

“Un pájaro enjaulado en primavera sabe poderosamente bien que hay algo para lo cual serviría, siente poderosamente bien que hay algo que hacer, pero no puede hacerlo. ¿Qué será? No lo recuerda bien: luego, tiene ideas vagas y se dice: “los demás hacen sus nidos y tienen sus pequeños y los crían”; y luego se golpea el cráneo contra los barrotes de la jaula. Y la jaula queda ahí y el pájaro está loco de dolor.

“Ese es un holgazán”, dice otro pájaro que pasa,
“ése es una especie de rentista”. Empero el prisionero vive y no muere, nada aparece por fuera de lo que le pasa adentro; está bien de salud, está más o menos alegre bajo los rayos de sol. Pero viene la estación de las migraciones.
Ataque de melancolía. “Sin embargo –dicen los niños que lo cuidan en su jaula–, tiene todo lo que necesita”. Pero él sigue mirando, afuera, el cielo hinchado, cargado de tormenta, y siente, dentro de sí, rebelión contra la fatalidad. “Estoy enjaulado. Estoy enjaulado. Y, por lo tanto, no me
falta nada. Imbéciles. ¡Ah, por piedad, la libertad! ¡Ser un pájaro como los demás pájaros!””.

viernes, 6 de febrero de 2009

Unicidad o pertenencia

¿Qué significa pertenecer? Pertenecer a algo.....
Ahora que lo pienso, nunca me sentí parte de nada, excepto de mí misma y el universo, lo cual es una paradoja porque, eso no significaría que en realidad me siento parte de todo?
Sin embargo, llevándolo a un nivel más humano, siempre me sentí una forajida.
Estando en cualquier tipo de grupo u organización, siempre me sentí diferente y como que no terminaba nunca de encajar, aunque a veces por fuera todo se viera bien.
Y dándole vueltas al asunto, ahora veo que en realidad, eso a lo que llamamos "ser uno más del montón" en realidad no existe, es una ilusión, porque el "montón" de por sí es un espejismo, tal cual como el oasis que el cansado viajero cree vislumbrar a lo lejos en el desierto.
Porque, cada persona es un ente único y distinto, incomparable y diferente de todos los demás; entonces, no es posible realmente que exista esa separación de "yo soy único y diferente, y los demás son todos iguales", sino más bien sería algo así como "yo soy único y diferente, y los demás también lo son, sólo que no lo recuerdan, y prefieren pensar que somos todos iguales, y el que no es igual está mal y debe buscar la forma de pertenecer e involucrarse con el grupo, porque sino será dejado fuera".
Y no es esto, acaso, un simple mecanismo para eludir el miedo que conlleva conocerse a uno mismo, descubrir quien uno en realidad ES y expresarlo en su totalidad?
Porqué tememos tanto ser como somos, si en realidad se trata de estar acordes a nuestra propia y verdadera naturaleza??
Y peor aún que estar metido en el ilusorio pozo de la igualdad, es uno sentirse mal porque no se siente parte, no siente pertenecer, porque decidió ser fiel a sí mismo y no a un sueño.
Entonces, dejemos de castigarnos por sentirnos el eterno patito feo nadando entre cisnes! Porque en realidad, somos un valiente león entre un rebaño de ovejas, y en lugar de tratar de ocultarnos bajo una piel de lana que nos queda chica, atrevámonos a rugir con todo nuestro esplendor.

domingo, 1 de febrero de 2009

Más allá de la Avaricia

(Extraído de www.osho.com)

El hombre está lleno cuando está en sintonía con el universo; si no está en armonía con el universo entonces está vacío, totalmente vacío. Y de ese vacío surge la avaricia. La avaricia trata de llenarnos —de dinero, de casas, de muebles, de amigos, de amantes, de cualquier cosa— porque uno no puede vivir vacío. Es algo horroroso, una vida fantasmagórica. Si estás vacío y no hay nada dentro de ti, vivir es imposible.

Para sentirte lleno, para sentir que tienes mucho dentro de ti, sólo hay dos caminos: o bien te sintonizas con el universo... Entonces te sientes lleno de la totalidad, de las flores y las estrellas. Están tanto dentro como fuera de ti. Ésa es la verdadera plenitud. Pero si no lo haces —y hay millones de personas que no lo hacen— entonces lo más fácil es llenarse de cualquier trasto viejo.

La avaricia significa que sientes un profundo vacío y que estás dispuesto a llenarlo de cualquier cosa que esté a mano, sin importarte lo que sea. Una vez que entiendes esto, no te queda nada más que hacer con la avaricia. Lo que te queda por hacer es entrar en comunión con el todo para que desaparezca el vacío interno. Y con él, desaparece toda avaricia.

Pero en todo el mundo hay mucha gente loca que busca cosas para llenar su vacío. Unos acumulan dinero, aunque no lo usen. Otros se dedican a comer; y continúan tragando aunque no tengan hambre. Saben que eso les va a crear sufrimiento, que enfermarán, pero no pueden impedirlo. Esta forma de comer también es una manera de llenarse.

Por lo tanto, hay muchas maneras de llenar el vacío, aunque nunca se llena del todo: sigue habiendo un vacío y tú sigues sintiéndote desgraciado porque nunca es suficiente. Siempre hace falta más, y la demanda de más y más no acaba nunca.

Tienes que entender el vacío que estás tratando de llenar y preguntarte: «¿Por qué estoy vacío? Toda la existencia es tan plena, ¿por qué me siento vacío? Quizá haya perdido la pista, ya no sigo la dirección correcta, mi dirección existencial. Ésa es la causa de mi vacío».

Por tanto, sigue tu dirección existencial.

Abandónate y acércate a la existencia en silencio y en paz, en meditación. Y un día te darás cuenta de que estás tan lleno —rebosante—, rebosas alegría, dicha, bendición. Tienes tanto que puedes darlo al mundo sin quedarte exhausto.

Ese día, por primera vez, no sentirás ninguna avaricia, ningún deseo de dinero, alimentos ni cosas, no querrás nada.

Vivirás con naturalidad y encontrarás lo que necesites.

Soltando las riendas...

Algo que aprendí hace un tiempo es que nunca, pero NUNCA debemos prepararnos para afrontar una situación de determinada manera, especialmente si dicha situación involucra relacionarse con otra persona.
Cuando ya creía haber vencido mi adicción a controlar todos los acontecimientos en mi vida, me encuentro con que nuevamente estoy perdida dentro de ellos, al igual que Dante en la oscura selva.
No sé porqué me cuesta tanto soltar las riendas y, simplemente, dejarme llevar.
¿Qué me hace pensar que las cosas siempre van a suceder como yo pienso que sucederán?
Pero la vida es sabia, y cada vez que creo tener todo el puzzle armado viene y, de un solo manotazo, entrevera todas las piezas, y debo empezar todo otra vez.
Es mejor así.
Ahora entiendo porqué todo pasa como pasa.
No podemos pretender saberlo todo en todo momento, ni actuar siempre de la manera perfecta, ya sea porque es la forma en que los demás esperan que nos comportemos, o para cumplir con una autoimagen previamente definida por nosotros mismos, tal vez por un poco de ambos.
Ahora veo que lo único que podemos hacer a la perfección en esta vida es relajarnos, dejarnos llevar por la existencia, y ahí actuar en la forma que nos parezca correcta.
Aún así, temo equivocarme, temo decepcionarme a mí y a los demás.
Sé que equivocarnos nos hace crecer como personas al aprender de nuestros errores.
Pero, ¿y mientras? Mientras estás cometiendo el error, ¿cuál es tu salvavidas frente al prójimo y (tal vez más importante), frente a uno mismo?
Creo que, de todas maneras, no queda más opción que tirarse al agua e intentar flotar, confiar en que la corriente nos llevará a la orilla en lugar de mar adentro, y dejar de gritar ayuda a un David Hasselhoff que nunca llega.

Less than perfect

El otro día fui a hacerme el desayuno;abrí el armario de la cocina, y frente a mí habían cuatro tazas exactamente iguales, excepto por una: un pequeño pedacito del borde se había roto, una vez cuando lavaba los platos con demasiada energía.
Sin dudarlo, elegí la taza dañada, y ahí preparé mi café.
Luego, me pongo a pensar y me doy cuenta de que soy más feliz cuando pequeños detalles en mi vida son defectuosos. Ya sea dejarme puesto un esmalte de uñas hasta que se descascare, o nunca coser el agujero en la pierna de mi pantalón favorito (aunque sea plenamente consciente de su existencia), siento que este tipo de cosas están en armonía conmigo y con quién soy: un ser humano imperfecto, que a pesar de mis muchas virtudes, sigo siendo un trabajo en pleno proceso, un asunto sin terminar, alguien que se equivoca y que desea poder algún día encontrar el pedacito de cerámica que le falta.