jueves, 19 de marzo de 2009

Muerte y Renacimiento

Acabo de recibir una llamada de una empresa fúnebre ofreciendo sus servicios.
Y, es paradójico porque, en cierta forma estoy muriendo.
No en carne, pero sí la persona que soy, o más bien quien solía ser.
Y duele morir...
Aunque sepa que estoy renaciendo en alguien mejor, en alguien que siempre quise ser y que, en cierta forma, siempre fui, es doloroso dejar quien fui y soy hace tanto tiempo.
Cuesta desprenderse de lo conocido.
Pero, más allá de eso, creo que cuesta saltar a lo desconocido teniendo fe ciega en que todo va a salir bien.
¿Cómo saberlo?
¿Se supone que solo debemos confiar en nuestras facultades y en eso que, creemos, nos hace personas competentes?
¿Cuál es nuestra garantía de eso?
El miedo a fallar, es lo que nos impide concretar nuestras metas, o es lo que nos salva de una frustración insondable?

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